Gabriel, tocayo, ciber-amigo aunque no nos conozcamos.
Sigo tu página desde hace tiempo y comparto contigo el rescatar del ostracismo a coches que alguna vez fueron el sueño de muchos, posibles para unos e inalcanzables para otros.
Veo casi a diario tu blog, y me invade la tristeza, cuando llega un verdadero fósil a la consideración de todos nosotros; no me explico cómo se puede ser tan desaprensivo (o si) para dejar caer tanto a un auto.
En otros momentos, la indignación de ver que les meten mano y recursos, transformandolos en algo amorfo, antiestético y de mal gusto, echando por tierra todas y cada una de las etapas de desarrollo por las que atravesó el móvil en cuestión.
A veces me gana la sorpresa, al ver "intervenciones automovilística" que dejan al modelo en cuestión totalmente irreconocible, pero realizadas con calidad que terminan resultando "pintorescas"
Y muchas otras veces me invade la alegría al ver que hay quienes aún sienten algo por sus coches y se empeñan en conservarlo lo mejor que pueden, algunos haciéndolo de forma magistral, constituyendo la envidia de muchos y otros más modestamente, pues no tienen los medios para un nuevo coche.
A modo de agradecimiento por tu trabajo voy a colaborar con dos exponentes dignos de tu blog...
En el primero la imagen nos devuelve un fósil, ya casi convertido en petróleo con el paso del tiempo, que aún lucha con la fuerza de su juventud, allá lejana y que llegó al mercado a ocupar el segmento de los station wagon americanos... pionera a mi entender de los actuales 4x4 que invaden nuestras ciudades aunque sin el confort y prestaciones actuales, me refiero a lo que queda de esta pobre Estanciera, que tendrá su historia, pera al menos la que yo conozco es en el patio de una escuela, que abandonada a su suerte, a pesar de haber ingresado sobre sus 4 ruedas, hoy se resiste a desaparecer.
En la segunda imagen tenemos un fosilito, que hasta el mes de febrero fue orgullo de mi padre, cuando vaya a saber que mezquinos intereses movilizaron a autores anónimos a levantarlo de la vía pública. Si bien fue comprado en excelente estado, siempre se tuvo el empeño de conservarlo en las mejores condiciones, un verdadero andariego que en la familia encontró algo de reposo, pues cuando se lo compró venía con el enganche para una casilla con la que habrán recorrido rincones de nuestra Argentina. Hoy no se que será de su suerte, pero me resisto a creer que esté "desguazado" y convertido en "autopartes" y me reconforta pensar que fue "levantado" por encargo de alguien que quería un "milqui" en excelentes condiciones. Presentalos en tu blog, si así lo consideras, de la manera que te parezca adecuada; no soy de muchas palabras, pero no se, a estas horas me brotaban... prometo fotos de otros "fósiles" del patio de la escuela... Un abrazo...
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